Autoinmunidad

En la enfermedad celíaca, un trastorno autoinmune, el sistema inmunitario reacciona de manera anormal al gluten, una proteína presente en el trigo, la cebada y el centeno. Cuando las personas con enfermedad celíaca consumen gluten, se produce una respuesta inmunitaria que daña el revestimiento del intestino delgado, lo que puede llevar a una serie de síntomas gastrointestinales y otros problemas de salud.

Para diagnosticar la enfermedad celíaca, se realizan varias pruebas, incluida la detección de ciertos anticuerpos específicos en la sangre, que indican la presencia de una respuesta inmunitaria anormal al gluten. Algunos de los anticuerpos comúnmente evaluados en el contexto de la enfermedad celíaca incluyen:

• Anticuerpos anti-transglutaminasa tisular (anti-tTG): Estos anticuerpos se dirigen contra la enzima transglutaminasa tisular, que se encuentra en el intestino delgado y es un objetivo importante en la enfermedad celíaca. Los niveles elevados de anti-tTG en la sangre pueden indicar daño en el intestino delgado causado por la enfermedad celíaca.
• Anticuerpos anti-endomisio (EMA): Los anticuerpos anti-endomisio son dirigidos contra las fibras del músculo liso que se encuentran en el tejido conectivo del intestino delgado. Los niveles elevados de EMA en la sangre también pueden indicar la presencia de enfermedad celíaca.
• Anticuerpos anti-gliadina (AGA): Estos anticuerpos se dirigen contra la gliadina, una fracción del gluten. Los AGA pueden ser de dos tipos: IgA e IgG.

Estas pruebas de anticuerpos se utilizan junto con otros criterios clínicos, como síntomas gastrointestinales, antecedentes familiares y biopsias del intestino delgado, para diagnosticar la enfermedad celíaca.